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".....Porque Jamás se emprende una Obra semejante con Hombres forzados" Gral.Francisco Morazán

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Por un mejor Mañana

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Cienfuegos, se suma a cimentar Médicos en Cuerpo, Alma, Ciencia Y Conciencia

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Diferentes Etnias Hondureñas estudiando Medicina en Cienfuegos, Cuba

Doctores de la Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM, Cuba

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En Búsqueda de La Salud para Nuestro Pueblo

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jueves, 28 de junio de 2007

"La Paja en el Ojo Ajeno"


La paja en el ojo ajeno (*)

Víctor Manuel RAMOS (victormanuelramos@hotmail.com)

(14/05/2007) 5:10 p.m.

Gaspar Vallecillo es un destacado médico ginecólogo, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas, en donde fue mi maestro mientras estudiaba la carrera de Medicina. Es también un agudo y cáustico columnista que ataca certeramente y con gran valentía muchos de los males que aquejan a Honduras. Admiro su valentía y le respeto.
Sin embargo, tengo algunas diferencias de pensamiento con lo que ha expresado en su reciente artículo Médicos básicos. El trabajo trata acerca de los jóvenes hondureños graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, Cuba, a donde fueron a estudiar gratuitamente gracias a la generosidad del gobierno que preside Fidel Castro.
Se ha pretendido, por todos los medios, hacer creer a la opinión pública que los médicos graduados en Cuba no están adecuadamente preparados para ejercer en el país, por que, vaya pretensión, solo los egresados de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNAH son los únicos capaces. Tan es así, que podrá venir un egresado de Montpellier, la más prestigiosa Facultad de Medicina de Francia, y se considerará que no está capacitado porque no domina la patología hondureña. Absurdo realmente, porque aquí no se enseña realmente la patología de los catrachos, pues el texto que se utiliza y las estadísticas que se traen a colación son las del libro de Robins, que no tiene nada que ver con la mala salud de los hibuerenses en particular. No hay nadie que haya escrito un libro de patología basado en las enfermedades que aquejan mayormente a nuestra sociedad atrasada, que se debate en la insalubridad. Por otra parte, las instituciones educativas no deben basar sus estrategias de enseñanza en la transmisión de conocimientos. sino más bien en la formación de los jóvenes en las metodologías que les permitan resolver los problemas profesionales y los de la vida.
Yo he revisado también los planes de estudios de Cuba y los de Honduras, y les conozco perfectamente porque también soy profesor de la Facultad de Ciencias Médicas y he participado en los procesos de revisión curricular. Los jóvenes de Cuba trajeron un plan de estudios perfectamente estructurado con unas doscientas páginas, mientras que el de Honduras es simplemente un listado de asignaturas que cabe en dos hojas mimeografiadas.
Si revisamos solamente el listado de asignaturas difícilmente podremos saber si realmente hay concordancia entre dos planes de estudio, porque las asignaturas no siempre tienen la misma denominación. Por eso el Dr. Vallecillo dice que los egresados de Cuba no cursaron Neuroanatomía, pues el contenido de esa asignatura del plan de estudios hondureño está incluido en la asignatura de Anatomía, que en Cuba se cursa en tres semestres, mientras que en Honduras únicamente en uno; los contenidos de genética están contenidos en la asignatura de Biología celular y molecular del plan de Cuba; Fisiología se lleva un semestre en Honduras, mientras en Cuba se cursa en dos semestres; Radiología, técnicas y procedimientos quirúrgicos, terapéutica clínica y neurología, asignaturas del plan hondureño, tienen en el plan cubano su correspondencia en las asignaturas clínicas. El plan de estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad Metropolitana de México, por ejemplo no corresponde en absoluto con el plan nuestro porque en esa escuela las asignaturas se han organizado de forma que haya integración del conocimiento, de tal suerte que para incorporar a un egresado de esa Universidad habría que revisar minuciosamente ambos planes.
Pudiera ser que en el listado de asignaturas de Honduras se contabilicen más horas de clase, lo que no deja de ser una ficción por varias circunstancias: las innumerables huelgas, los feriados, las ausencias de los maestros a sus clases porque casi todos tienen otras obligaciones. Todo esto no ocurre en Cuba, allá las horas son efectivas porque los docentes tienen la enseñanza como su única obligación. En el cómputo que tengo a mano, el número de horas de enseñanza en Cuba es de 10 518 y en Honduras es de 514 unidades valorativas. Hay además en el plan cubano algunas asignaturas que no aparecen en el plan hondureño y otras que se dan con mayor intensidad: Informática Médica I y II, Internado de Medicina General Integral en los Policlínicos, e Inglés, que se cursa en 10 semestres. Por otra parte, soy del criterio de que en Honduras insistimos erróneamente en la formación hospitalaria de los futuros médicos, cuando el campo en que se desempeñarán la mayoría de los egresados es el de la clínica rural o particular, en donde no se tiene todos los instrumentos y aparatos de diagnóstico con que cuentan los hospitales.
En La Habana hay 60 hospitales. Solo el Hospital Oftalmológico es mucho más grande que el Hospital Escuela, y el Hospital Hermanos Ameijeiras cuenta con un edificio de 25 pisos, con una planta docente de gran calidad académica y científica, casi todos con especialidad o doctorado. En mi especialidad, por ejemplo, éramos 24 alumnos y tenía 60 docentes, de tal suerte que nunca hice algo sin tener al lado un profesor que asegurara que lo que hacía estaba bien hecho y que la seguridad de paciente no corría ningún peligro.
Los egresados de la Facultad de Medicina de Honduras, y tampoco los de Odontología ni los de Microbiología son doctores. Lo que hay es una ficción. En verdad el grado con que egresan de Honduras es el de licenciado. Se ha dejado el de Doctor porque aquí en Honduras al médico se le identifica erróneamente como doctor. Esa anomalía deberá corregirse lo más pronto posible, porque es un una mera engañifa. Para ser doctor hay que hacer una investigación y defenderla luego de estudios de alto nivel posteriores a los estudios de grado.
Yo estoy particularmente de acuerdo en que para poder ejercer en Honduras deben evaluarse a todos los profesionales. La Universidad no cumple con esa obligación. Andan ahí los egresados de las universidades privadas, de los cuales la Universidad Nacional no está segura de su formación y de sus competencias. En Cuba, por el contrario, el título no es suficiente para ejercer. Es preciso hacer un examen estatal, oral y público, para acreditar que se sabe la materia de la profesión.
Por otra parte, me parece realmente una ilusión pensar que los egresados de nuestra facultad son lo mejor en la Medicina. La Facultad está intervenida precisamente porque es un desastre. En Morfología, por ejemplo, los cursos de Anatomía tienen 30 alumnos y ya no se hacen disecciones; los laboratorios de Fisiología fueron suprimidos; hay una buena cantidad de maestros que han ingresado al servicio docente por componendas políticas, y hay estudiantes que han terminado graduándose luego de habérseles aprobado equivalencia de hasta 16 asignaturas en forma fraudulenta y de haber irrespetado a los maestros, tirándole los exámenes en la cara.
Aquí hasta se quiere prohibir que más jóvenes hondureños vayan a Cuba. Habrase visto mayor desfachatez. Porque en Honduras somos libres de ir a estudiar en donde nos plazca la gana y los que van a Cuba van porque la generosidad del gobierno de ese país les brinda esta valiosa oportunidad, que no hace el de Honduras a pesar de ser su obligación, a los jóvenes que no podrían sostenerse en nuestra Universidad. En una ocasión estuve en el aeropuerto para despedir a unos alumnos míos y me impresionó ver a los padres de un joven, que andaban descalzos.
La obligación de la sociedad es recibir a estos jóvenes con los brazos abiertos. Vienen bien preparados y con muchos deseos de servir al país. Lo único que manda es cumplir la ley y no querer inventar cuentos chinos.

(*) Reproducido con autorización de la Asociación de Amistad Honduras-Cuba.

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