Un mensaje solidario desde Honduras
(21/02/2008) 12:20 p.m.
Desde Honduras, la patria del general José Francisco Morazán Quezada, una de las figuras que encarna el ideal unionista latinoamericano, llega el mensaje solidario de un hijo de aquella tierra que también acogió en su seno al Héroe de la Independencia de Cuba, José Martí.
Su nombre es Samuel Cubero, es electricista de aviación, montador y un poco de todo, como él mismo se define.
Respetando los giros y el uso de las mayúsculas, transcribimos textualmente su texto titulado: La Historia lo absolvió! eterno Comandante en Jefe."
Solicito por este medio se dé a conocer el sentir y pensar de este humilde servidor; como Cubano nacido en América por pensamiento Martiano; en solicitar al Pueblo y Gobierno de Cuba, a través de su Embajada y si para ello no media inconveniente alguno, se nombre hoy en vida a Fidel Castro Ruz, "ETERNO COMANDANTE EN JEFE HONORARIO" de la Fuerzas Revolucionarias Cubanas.
"Descanse Fidel en su lucha física; SE LO MERECE, 50 años de lucha revolucionaria contra el más grande Imperio conocido actualmente sin doblar las rodillas y teniendo como meta LA JUSTICIA SOCIAL lo hace merecedor a eso y mucho más.
"Quede pues, como lo que para aquellos tiempos de nuestros indios autóctonos, eran nuestros Ancianos: personas de Respeto, Admiración y Consulta.
"Grande Fidel, Grande su Lucha, Grande sus Metas, Grande su Mente."
¡PATRIA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!".
Imágenes Varias
Cimentando La Salud!
Por un mejor Mañana
Cienfuegos, se suma a cimentar Médicos en Cuerpo, Alma, Ciencia Y Conciencia
Doctores de la Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM, Cuba
En Búsqueda de La Salud para Nuestro Pueblo
jueves, 21 de febrero de 2008
miércoles, 20 de febrero de 2008
cusam10@yahoo.com
http://saludhonduras-cuba.blogspot.com/
http://saludnpfml.blogspot.com/
http://reflexionescomandante.blogspot.com/
La Historia lo absolvió! Señor eterno Comandante en Jefe.
Solicito Humildemente, por éste medio se de a conocer el sentir y pensar de éste humilde servidor; como Cubano nacido en América por pensamiento Martiano; en solicitar al Pueblo y Gobierno de Cuba, a través de su Embajada y si para ello no media inconveniente alguno, se nombre hoy en vida a Fidel Castro Ruz "ETERNO COMANDANTE EN JEFE HONORARIO" de la Fuerzas Revolucionarias Cubanas.
Descanse Fidel en su lucha física; SE LO MERECE, 50 años de lucha revolucionaria contra el más grande Imperio conocido actualmente sin doblar las rodillas y teniendo como meta LA JUSTICIA SOCIAL lo hace merecedor a eso y mucho más.
Quede pues; como lo que para aquellos tiempos de nuestros indios auctoctonos, eran nuestros Ancianos, personas de Respeto, Admiración y Consulta .
Grande Fidel, Grande su Lucha, Grande sus Metas, Grande su Mente, Fidel por Siempre!
¡PATRIA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!
http://saludnpfml.blogspot.com/
http://reflexionescomandante.blogspot.com/
La Historia lo absolvió! Señor eterno Comandante en Jefe.
Solicito Humildemente, por éste medio se de a conocer el sentir y pensar de éste humilde servidor; como Cubano nacido en América por pensamiento Martiano; en solicitar al Pueblo y Gobierno de Cuba, a través de su Embajada y si para ello no media inconveniente alguno, se nombre hoy en vida a Fidel Castro Ruz "ETERNO COMANDANTE EN JEFE HONORARIO" de la Fuerzas Revolucionarias Cubanas.
Descanse Fidel en su lucha física; SE LO MERECE, 50 años de lucha revolucionaria contra el más grande Imperio conocido actualmente sin doblar las rodillas y teniendo como meta LA JUSTICIA SOCIAL lo hace merecedor a eso y mucho más.
Quede pues; como lo que para aquellos tiempos de nuestros indios auctoctonos, eran nuestros Ancianos, personas de Respeto, Admiración y Consulta .
Grande Fidel, Grande su Lucha, Grande sus Metas, Grande su Mente, Fidel por Siempre!
¡PATRIA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!
martes, 19 de febrero de 2008
¡ La Historia Lo Absolvió !
¡A la orden, soldado de las ideas!
Ramón BARRERAS FERRÁN(19/02/2008) 11:32 a.m.
No por esperada quizás, la noticia deja de golpearnos el pecho. Nacimos -al menos yo- con usted al frente y siempre lo ha estado, en las buenas y en las malas, en las alegrías y en los peligros.Nos hicimos la idea que es de hierro, que jamás se enfermaría. Pero como para todo ser humano, el tiempo es el tiempo y los años son los años. Por supuesto que preferimos verle en la trinchera o en la tribuna, en el combate frontal contra los gendarmes del imperio. Preferimos verle en la Plaza el Primero de Mayo, levantando la mano y saludando al -su- pueblo. Preferimos verle en las marchas revolucionarias frente a la Oficina de Intereses, mirando con odio a ese recinto con ratas amaestradas y pagadas en y desde la Casa Blanca. Pero la vida pasa. Y llegó para usted el momento del reposo, no del descanso, como advierte en la Reflexión que acabo de escuchar en la radio e hizo que viniera al teclado más temprano que de costumbre. A usted y a sus seguidores se lo debemos todo, sin edulcoraciones ni rimbombancias. Si hoy puedo escribir estas líneas es porque su obra social permitió que el nieto del herrero no estuviera aún frente a la fragua o dando golpes con una mandarria sobre el yunque para hacer herraduras. Como yo, hay cientos, miles, millones... Porque si Cuba es CUBA, así con mayúsculas, en cualquier parte del mundo, es fruto de su inteligencia, de su tesón, de su conducta, de su guía...Seguirá firme en otra trinchera, como advierte: la de las ideas. Más que nunca le necesitamos, porque la sociedad cubana -inteligente y sabia porque la Revolución que concibió e hizo se lo ha propiciado- hace preguntas y necesita respuestas. Son tiempos difíciles, pero dignos de ser vividos como afirmó una vez. Y el alcance de sus líneas escapa de la geografía del archipiélago. El mundo también sigue necesitándolo.No son los cargos ni los grados los que engrandecen a los seres humanos. Son las obras erigidas a su paso. Para usted "toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz". Porque es, genuinamente, grande. Ni siquiera los cargos y los grados dan autoridad. La autoridad se gana con el ejemplo, con el quehacer, con la sencillez, con el pensamiento límpido..., como usted ha sabido ganársela. Por todo eso, y por mucho más que me quedaría por decir, desde este humilde rinconcito cienfueguero, me paro en firme, levanto mi mano derecha a la altura de la frente como establece el saludo militar, y le digo en alta voz: ¡A la orden, soldado de las ideas!
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